martes, 13 de julio de 2010

El Arco que se desvanece

En ocasiones el exceso de trabajo me impide publicar con la asiduidad que desearía, así como me imposibilita desarrollar nuevos artículos que tengo en mente y que, por el momento, no puedo materializar.

Por ello, la siguiente panorámica, montada a partir de 18 tomas verticales, no es precisamente reciente sino que tiene algunos meses (los que he tardado en decidirme a procesarla).

En la fotografía de fenómenos meteorológicos no resultan tan importantes los conocimientos técnicos, como la capacidad para tratar de predecir con un mínimo de antelación dónde y cuando se va a producir el fenómeno en cuestión... en el caso que nos atañe, recuerdo que se trababa de un día lluvioso y moderadamente nublado cuando, al caer la tarde y con el Sol relativamente bajo, las nubes empezaron a disiparse dejando al descubierto una pequeña porción del cielo por la que empezaron a colarse algunos rayos de Sol. Pensé que sería relativamente probable que en un breve espacio de tiempo apareciera un Arco Iris que, sin duda, merecería la pena fotografiar.

Reuní con celeridad el equipo que consideré necesario y, mientras observaba el Arco Iris en todo su esplendor, recorrí unos 7 Km en coche buscando alguna zona en las afueras de mi pueblo desde donde pudiera obtener una toma aceptable.

Para cuando llegue a un lugar en mi opinión "adecuado", lejos de naves industriales que pudieran afear la toma, el Arco Iris empezaba a disiparse en su parte superior... a pesar de ello, decidí hacer la panorámica aunque tan solo fuera por dejar constancia del momento. Trataré ser más rápido la próxima vez.

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 18 fotografías a 1/500 s
Diafragma: f:5,6
Longitud focal: 50 mm (75 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Me esperan unos meses de intenso trabajo y estudio por lo que probablemente no encontréis nuevas entradas durante un tiempo, aunque estaré pendiente de los comentarios para tratar de responder con rapidez a dudas, apreciaciones o sugerencias.

Hasta pronto.

viernes, 28 de mayo de 2010

DOS AÑOS

Tal día como hoy, dos años atrás nació Luminous Photo, un blog creado para exponer algunas de mis fotos y algún que otro artículo sobre técnica fotográfica... en varias ocasiones, a causa del exceso de trabajo y estudios, he tenido que dejar de publicar de forma temporal, algo que probablemente tendrá que repetirse aunque, a pesar de la falta de nuevos posts, sigo atento para responder a los nuevos comentarios que publiquéis.

Con motivo de conmemoración de estos dos años de blog tenía pensado hacer un pequeño regalo a los lectores que de momento tendrá que esperar por falta de tiempo (está resultando más laborioso de lo que pensé en un principio), aunque tarde o temprano llegará. De momento, os dejo una de mis últimas macrofotografías realizada hace unas tres semanas, durante uno de los escasos instantes de tregua que ofreció un lluvioso fin de semana.

Esta fotografía trata de ser una composición con un Diente de León (Taraxacum officinale) del que cuelga una pequeña gota de agua que, a su vez, mantiene suspendida una semilla de esta planta en su interior:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 70-210 f:4 AF

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 1/160 s
Diafragma: f:9
Longitud focal: 116 mm + extensión de 68 mm
Calidad: RAW

Al tratarse de una macrofotografía, la profundidad de campo es muy limitada, a pesar de usar un diafragma relativamente cerrado, por lo que tan solo pude conseguir un foco perfecto en la pequeña gota de agua que cuelga de la planta.

La siguiente imagen trata precisamente de la gota que cuelga del Diente de León de la fotografía anterior, dentro de la cual podéis observar una pequeña semilla de esta misma planta (o de otra planta vecina, de la misma especie en cualquier caso)... prometo que no hay truco ni Photoshop, tan solo un flash y una generosa extensión (para conseguir una gran ampliación con un objetivo normal). El reflejo del flash con forma estrellada en la gota de agua es producido a consecuencia de la difracción de la luz, como ya se explicó en un artículo anterior:

(Pinchar en la imagen para ver a mayor tamaño)

Estos dos años he disfrutado y aprendido con el blog como espero que vosotros también  hayáis hecho... ahora hay que seguir creciendo, aprendiendo y sumando años que seguro, serán cada vez mejores.

martes, 25 de mayo de 2010

Primeros pasos en macro

Estas últimas semanas he empezado a practicar la macrofotografía, disciplina que, por la cantidad de detalles  que puede revelar, me resulta interesante tanto desde el punto de vista artístico como científico.

Mi equipo para macrofotografía es muy básico (tanto que no dispongo de ningún objetivo dedicado a macro), utilizo objetivos normales y unos tubos de extensión entre el cuerpo y el objetivo, mediante los cuales pueden conseguirse importantes ratios de ampliación. También dispongo de un fuelle Nikon PB-6  con el que, aprovechando sus más de 20 cm de extensión, pueden conseguirse ampliaciones realmente impresionantes aunque con la pega de que su uso queda restringido únicamente a en estudio (casa) por lo aparatoso e incómodo que resulta para una salida al campo.

Para la iluminación utilizo un flash lateral disparado por radio, sobre un pequeño trípode fácilmente transportable para largas caminatas... añadiré que si dispusiera de dos flashes más, también los usaría, pero debemos jugar con el material de que disponemos... de todas formas, a quien disponga de un buen equipo de iluminación le recomiendo que, además de la luz principal, utilice otra de relleno y una de contra para resaltar al sujeto sobre el fondo... algo similar a lo que se hace en retratos clásicos pero a escala macro.

Como podréis imaginar, tanto la cámara como el flash deben usarse de forma completamente manual para disponer del control necesario sobre la toma.

En este caso, pongo la fotografía de una oruga (agradecería que algún entomólogo me indicara la especie a que pertenece) que, como podéis ver, se encuentra concentrada en satisfacer sus necesidades gastronómicas, eminentemente vegetarianas:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Aquí podéis ver un recorte al 100% de la fotografía en el que se pueden observar en detalle las características morfológicas de estos bichos:

(Pinchar en la imagen para ver el recorte al 100%)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 70-210 f:4 AF

Otros datos:
ISO: 160
Tiempo de exposición: 1/160 s
Diafragma: f:11
Longitud focal: 70 mm + extensión de 68 mm
Calidad: RAW

Os animo (a los que no lo hayáis hecho aún) a empezar con la macrofotografía, todo un mundo nuevo al que se puede entrar sin vaciarse los bolsillos (los tubos de extensión se pueden encontrar desde los 10 € aproximadamente), por mi parte, seguiré mostrando algunos macros estos próximos días.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La Ley de Reciprocidad o Ley de Bunsen-Roscoe y el Efecto Schwarzschild o Fallo de la Ley de Reciprocidad (Artículo)


Uno de los primeros conocimientos fotográficos que adquirimos muchos aficionados a la imagen trata sobre la Ley de Bunsen-Roscoe, más conocida como Ley de Reciprocidad. Esta ley expresa la exposición relativa como la cantidad de luz que llega al plano focal durante un espacio de tiempo determinado:

Exposición relativa = Tiempo x Intensidad luminosa

De esta forma, la ley de reciprocidad establece una relación lineal entre el tiempo de exposición, controlado por el obturador, y la intensidad luminosa, controlada por el diafragma (ver: El número f). Por ello podemos hacer exposiciones equivalentes con distintas aperturas, compensando la velocidad de obturación en sentido contrario como podemos ver en la siguiente escala que relaciona  las exposiciones equivalentes para velocidad de obturación y diafragma (y para unas condiciones de iluminación determinadas):





Todas las combinaciones de la tabla anterior son equivalentes o recíprocas en cuanto a la cantidad de luz que expone la superficie fotosensible y además, la relación es lineal en cualquier caso. Esto se debe a que al abrir el diafragma un paso (por ejemplo de f:4 a f:2,8), deja pasar el doble de luz que el paso anterior, lo que se compensa aumentando un paso la velocidad de obturación (por ejemplo de 1/15 a 1/30), lo que reduce a la mitad el tiempo de exposición.

Cuando empezó mi afición a la fotografía (debo añadir que usaba cámaras de película), uno de mis ejercicios preferidos era experimentar con la velocidad de obturación, sobretodo con sujetos en movimiento para, una vez revelada la película, poder comparar los resultados:

















(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

La fotografía de la izquierda se tomó a 1/125 seg f:2,8 y la de la derecha a 1/2 seg f:22, ambas con película negativa Fuji Superia 100 en una cámara Yashica FX3. En ellas puede verse como cambia la textura del agua en ambas tomas.

Otro de los experimentos en que hice dos exposiciones con diferente obturación a un mismo sujeto y en idénticas condiciones de luz, me sorprendió por la apreciable diferencia de exposición existente entre las dos tomas cuando, según mis conocimientos en aquel momento, una exposición de 1/4 seg a f:4 debería ser equivalente a una exposición de 8 seg a f:22 (reconozco que apuntaba los datos de exposición) ya que en cualquier caso existe una diferencia de 5 pasos, tanto de diafragma como de obturación y sin embargo, la fotografía disparada a 1/4 y f:4 era muy diferente de la fotografía de 8 segundos y f:22 que quedó considerablemente subexpuesta:

La fotografía a 1/4 seg, f:4 es la siguiente:
















Y la fotografía con una exposición de 8 segundos a f:22 es la que muestro a continuación, como podéis comprobar sobretodo en las sombras, queda subexpuesta respecto a la anterior:
















Para más datos diré que la película empleada fue un rollo de negativos Agfa Optima 400 (posteriormente cambié a diapositivas).

Indagando en el tema descubrí que la Ley de Reciprocidad anteriormente mencionada se refiere a una regla general que se aplica en la mayoría de las situaciones, pero en fotografía química, esta Ley de Reciprocidad tan solo se cumple en un intervalo de tiempos de obturación comprendido aproximadamente entre 1 seg. y 1/1000 seg, aunque depende de la película fotográfica que usemos. Por encima y por debajo de este intervalo de velocidades, la relación entre el tiempo de exposición y la intensidad luminosa pierde su linealidad tendiendo en cualquier caso a la subexposición, puesto que la película se comporta como si su sensibilidad fuese inferior a la nominal.

Esta desviación de la Ley de Bunsen-Roscoe se conoce como Fallo de la Ley de Reciprocidad o Efecto Schwarzschild (mencionado en el artículo Fotografía nocturna de larga exposición) según el cual, para tiempos de exposición superiores o inferiores a un intervalo definido para cada emulsión fotosensible, se produce una pérdida de sensibilidad de la película así como una modificación del contraste y del balance cromático en las películas en color.

La variación del balance cromático en las películas en color se refleja en dominantes de color, por lo general indeseadas, debido a que las distintas capas de que se compone una película en color, se ven afectadas de distinta forma por el fallo de reciprocidad. Los fabricantes acostumbran a indicar los filtros de color necesarios para diferentes tiempos de exposición con el fin de corregir estas dominantes durante la exposición de la película. Estos datos pueden encontrarse en muchas ocasiones en el embalaje de cartón de la película, o bien, en las fichas técnicas de las películas que en su mayoría se pueden encontrar en la web.

En la tabla siguiente podemos ver el ejemplo de la ficha técnica de las diapositivas Fuji Velvia 50, donde se indican los filtros correctores necesarios para los diferentes tiempos de exposición, así como la compensación de exposición necesaria relativa a lecturas fotométricas inferiores a 1 segundo:


Como podemos ver, según las especificaciones del fabricante, esta película sigue la Ley de Reciprocidad en un intervalo de velocidades comprendido entre 1 segundo y 1/4000 s, aunque estos márgenes dependen de cada emulsión, por lo que esta tabla solamente será válida para la película Fuji Velvia 50.

Por regla general, las películas calibradas para luz de día presentan el fallo de reciprocidad a velocidades inferiores a 1 segundo, mientras que las películas calibradas para luz de tungsteno, al suponerse que serán utilizadas en condiciones de baja luminosidad, presentan el fallo de reciprocidad en exposiciones mucho más prolongadas.

Cálculo del tiempo de exposición corregido:

Para corregir el fallo de reciprocidad en cuanto a tiempo de exposición se refiere, necesitamos conocer el coeficiente de Schwarzschild (p) de la película en cuestión. Este dato suele proporcionarlo el fabricante para las películas profesionales, aunque en ocasiones es difícil de conseguir.

Utilizando el coeficiente de Schwarzschild (p) podemos calcular el tiempo de exposición corregido (tc) con el que podremos compensar el fallo de reciprocidad aplicando la siguiente formula (para tiempos de exposición superiores a 1 segundo):


Por ejemplo, si queremos calcular el tiempo de exposición corregido para una película Ilford FP4, cuyo coeficiente de Schwarzschild es 0.79, debemos sustituir "t" en la formula por el tiempo de exposición fotométrico en segundos y, lógicamente, sustituir "p" por 0,79. El resultado también se expresa en segundos.

De esta forma, si la medición fotométrica indica 2 minutos (120 segundos) de exposición, su tiempo de exposición corregido para realizar una exposición equivalente a 2 minutos sin fallo de reciprocidad será de 431,95 segundos, o lo que es lo mismo, 7 minutos  y 12 segundos para una película Ilford FP4.

El coeficiente de Schwarzschild (p) es característico de cada emulsión, así mientras la película Ilford FP4 tiene un coeficiente p de 0.79, la película Kodak Ultra Gold 400 tiene un coeficiente p de 0.85, por lo que cada emulsión resulta afectada de forma diferente por el fallo de reciprocidad.

Para finalizar, conviene señalar que el fallo de reciprocidad tan solo afecta a las emulsiones químicas, mientras que los sensores digitales, al comportarse como contadores lineales de fotones, no se ven afectados por el fallo de reciprocidad, siendo innecesarias las correcciones de tiempo de exposición.

Supongo que ya quedan muy pocos fotógrafos que sigan usando la emulsión de haluro de plata en sus trabajos  (yo cada vez la uso menos) pero en todo caso, he considerado interesante la inclusión de un pequeño inciso sobre el fallo de reciprocidad, aunque solo sea por "curiosidad histórica".

miércoles, 21 de abril de 2010

Circumpolar en Cullera

Una de las escasas noches que este invierno ha permitido ver las estrellas, decidí subir a la sierra para tratar de realizar una nocturna de larga exposición sin la aparición de nubes, algo que estos últimos meses ha resultado prácticamente imposible, siendo que otros años no tuve excesivos problemas, al menos en las proximidades de Valencia.

No hubo un cielo espectacular, cierta bruma podía apreciarse, y pude observar como la formación de algunas nubes bajas en la zona encuadrada amenazaban con arruinar el trabajo, a pesar de todo, mi empeño fue mayor que las adversidades meteorológicas y decidí seguir adelante con la toma, esperanzado tal vez de obtener un resultado cuanto menos, curioso.

Para realizar la fotografía no dispuse más que del tiempo estrictamente necesario (lo que no resulta en absoluto recomendable) para poner el trípode, exponer y recoger, por lo que no pude estudiar correctamente el encuadre (en este tipo de fotografías con un objetivo angular, es conveniente mostrar algún elemento en primer plano para dar profundidad a la imagen). Me limité a ubicar la cámara en la zona que tenía en mente para empezar a exponer durante 74 minutos que aproveché para descargar la batería de mi portátil mientras veía un DVD en el coche. De esta forma, fue la duración de la película en cuestión (de cuyo título, dicho sea de paso, no quiero acordarme), la que determinó el tiempo de exposición de esta fotografía que podéis ver a continuación:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Equipo:

Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 14-24 f:2,8

Otros datos:
ISO: 200
Tiempo de exposición: 74 minutos
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 14 mm (21 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Si queréis saber más acerca de la fotografía nocturna de larga exposición, el cálculo matemático/gráfico de tiempos de exposición a partir de las propias fotografías y mi forma de realizarlas, podéis leerlo en este artículo que escribí hace unos meses: Fotografía nocturna de larga exposición.

Tened mucho tiempo y pocas nubes.

jueves, 1 de abril de 2010

Fotografía Infrarroja (Artículo)

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

La fotografía infrarroja es un campo que me llamó la atención desde el día que conocí de su existencia, se trataba de algo completamente diferente a todo cuanto había visto hasta entonces y pensé que podría ser interesante con finalidades artísticas (al menos en mi caso).

Pero hubo un problema, cuando descubrí la fotografía IR yo era usuario de cámaras de película en una época en que el mercado fotográfico experimentaba una rápida transición hacia la fotografía digital, transición que yo aún no podía permitirme (alrededor del año 2000) y por la que desaparecieron del mercado prácticamente todo tipo de películas fotográficas no estándar. Estuve buscando films de fotografía IR durante mucho tiempo sin encontrar nada en las tiendas (decían que ya no se fabricaban) y finalmente abandoné la búsqueda. Mucho tiempo después descubrí los portales de compra-venta de Internet dónde aún hoy se puede adquirir este tipo de material si se tiene suerte.

Años más tarde, cuando tuve mi primera dSLR entre las manos y, conocedor de que los CCD's (Dispositivos de Carga Acoplada, es decir, el sensor de la cámara) son sensibles a un espectro de longitudes de onda muy superior al visible, incluyendo el espectro infrarrojo, me puse a investigar la posibilidad de aprovechar esta propiedad para conseguir tomas infrarrojas, esta vez digitales, y como no podía ser de otra manera, encontré páginas Web de fotógrafos de diversas partes del mundo que ya habían pensado en ello y que tenían algunos de sus experimentos publicados, a partir de los cuales empecé mi camino en este campo.

Por esta razón, el artículo se va a centrar únicamente en fotografía IR digital, dado que nunca he tenido la oportunidad de experimentar con película IR.

Aunque en este artículo, el punto de vista es meramente artístico, la fotografía IR tiene muchas otras aplicaciones en disciplinas científicas como astronomía, medicina, geología o hidrología entre otras.

La primera parte del artículo es un breve repaso a la naturaleza de la luz y a una de sus propiedades, la refracción, importante para comprender posteriormente la diferencia de foco existente entre la luz visible y la luz IR.

Introducción: La luz

La luz es una radiación electromagnética (REM) de la que la luz visible representa solo una pequeña parte del espectro electromagnético (entre 400 y 750 nm aprox.), el cual abarca longitudes de onda desde cero hasta el infinito, aunque en la práctica suele representarse la parte del espectro que comprende desde los rayos cósmicos (de una longitud de onda menor que los rayos gamma) hasta las ondas de radio:

Cada una de las zonas del espectro electromagnético se caracteriza por una magnitud que puede ser la frecuencia (número de ciclos completos por unidad de tiempo) o la longitud de onda (distancia entre dos picos o dos valles de un mismo ciclo).

Rigurosamente, la magnitud característica sería la frecuencia, dado que la longitud de onda está relacionada con la velocidad de la luz que asimismo (excepto en el vacío absoluto) depende fundamentalmente de la permeabilidad eléctrica y magnética del medio que atraviesa (podemos decir que depende del medio: aire, agua, vidrio... y que siempre será una velocidad inferior a la que alcanza la luz en el vacío). Para simplificar las cosas, nos referiremos a la longitud de onda en el vacío y trabajaremos con esta magnitud el resto del artículo.

En caso de que alguien quiera hacer los cálculos, la frecuencia y la longitud de onda están inversamente relacionadas, de forma que al aumentar la frecuencia, disminuye la longitud de onda y viceversa:

En la formula anterior, "λ" es la longitud de onda, "c" la velocidad de la luz (en el vacío c = 299.792,458 Km/s) y "ν" es la frecuencia.

En fotografía IR, nos interesa esencialmente la parte del espectro correspondiente al infrarrojo cercano, aunque en muchos casos y con finalidades artísticas, también se emplean longitudes de onda correspondientes al color rojo del visible.

Algo de óptica: la formación de imágenes

Al pasar un rayo de luz a través de los elementos ópticos de un objetivo, éste es dirigido hacia el plano focal para formar la imagen gracias al fenómeno de la refracción de la luz

El fenómeno de la refracción se produce cuando la luz atraviesa medios de distinta refringencia induciendo así un cambio de velocidad en cada medio, de esta forma, cuando un rayo de luz atraviesa (oblicuamente) un medio transparente de diferente densidad, experimenta un cambio de dirección en su recorrido, tanto a la entrada como a la salida del medio, como podemos ver a continuación en lo que podría ser parte del esquema de un objetivo fotográfico:


En el esquema podemos observar:

- dos líneas discontinuas verticales que representan "la normal" (N y N'), es decir, la perpendicular a la superficie de separación de los dos medios. En caso de que el rayo de luz llegue perpendicular a la superficie, no se refracta y sigue la dirección de origen durante todo su recorrido.
- "i" es el rayo incidente, aquel que llega a la superficie de separación de dos medios.
- "r" es el rayo refractado, que pasa a otro medio.

Un par de curiosidades para quién tenga interés:

El índice de refracción ("n") de un medio refringente es el cociente entre la velocidad de la luz en el vacío ("c") y la velocidad de la luz en dicho medio ("v"). El valor de "n" es adimensional y se trata de una constante que caracteriza a cada medio refringente.

n = c/v

Leyes de la refracción:

1.- El rayo incidente, el rayo refractado y la normal están en el mismo plano.

2.- Se cumple la Ley de Snell, que relaciona el seno del ángulo de incidencia y el seno del ángulo del rayo refractado, con los índices de refracción ("n") de los medios que atraviesa dicho rayo:

No todo son ventajas (esto es lo importante para comprender el ajuste de foco en IR): El sistema de formación de imagen sería estupendo si usáramos luz monocromática (de una sola longitud de onda) para realizar las fotografías pero, habitualmente los fotógrafos tenemos la "mala costumbre" de emplear un amplio intervalo de frecuencias en el espectro visible (e incluso fuera del visible, como en fotografía infrarroja) en nuestras tomas. Ello conlleva que a través de la óptica se refractan rayos de luz de muy diferentes longitudes de onda y para nuestra desgracia, cada longitud de onda se refracta de distinta forma (las ondas más cortas -como el color azul- se refractan más que las ondas largas -como el color rojo-), descomponiendo así la luz en sus distintos colores, lo que da lugar al temido cromatismo en nuestras fotografías, puesto que una vez descompuesta la luz, el rayo de mayor longitud de onda se desvía menos que el de menor longitud de onda. Esta característica origina 2 puntos focales, uno para los rayos de menor frecuencia (más lejano a la lente), y otro para los rayos de mayor frecuencia (más cercano a la lente) como podemos observar en el siguiente esquema:


Las aberraciones cromáticas suelen minimizarse combinando diferentes elementos ópticos, algunos de los cuales son de baja dispersión.

Características de la fotografía IR

Tras esta "amena" introducción, trataré de mostrar las principales diferencias entre la fotografía convencional y la fotografía infrarroja.

Primero es conveniente señalar que las imágenes infrarrojas no son tan nítidas como las convencionales. Esto se debe principalmente a que las aberraciones ópticas de la mayoría de los objetivos han sido corregidas únicamente para el espectro del visible. Además de esto también interviene, aunque en menor medida, el hecho de que la longitud de onda de la luz infrarroja es menos resolutiva que la luz visible.

La diferencia más llamativa con la fotografía convencional la encontraremos en el color de la vegetación (o en el alto contraste, en el caso de las fotografías IR en blanco y negro) que por regla general, refleja una gran cantidad de radiación IR, plasmándose en la fotografía de un color cercano al blanco, dando la apariencia de paisajes nevados. El cielo se oscurece muy significativamente, la neblina de fondo queda prácticamente eliminada y las nubes aparecen muy definidas... algo similar a lo que ocurre al usar un polarizador pero el efecto, en muchos casos, es aún mayor y no depende de la posición del Sol respecto del encuadre (usando un polarizador, la máxima polarización se consigue a 90º respecto del Sol, por ello, al usar polarizador en objetivos angulares el cielo suele oscurecerse por zonas).

Algunos ejemplos:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

En la imagen anterior podemos observar las diferencias entre una fotografía convencional y una fotografía infrarroja en la que el follaje queda prácticamente blanco y tanto el color del cielo como el del agua están más saturados, además y como veremos a continuación en el siguiente ejemplo, la neblina de fondo se aprecia en mucha menor medida en la fotografía IR, dejando ver las montañas que en la fotografía convencional están completamente ocultas:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Ahora veremos un recorte al 100% de ambas fotografías en los que puede apreciarse como en la fotografía IR disminuye considerablemente el efecto de la neblina de fondo:

Primero voy a señalar la proveniencia de los recortes:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

... y los recortes al 100%:

(Pinchar en la foto para ver los recortes a su tamaño original)

En la siguiente fotografía IR pueden observarse unas nubes perfectamente definidas que en luz visible mostrarían unos bordes mucho más difusos (en una fotografía con luz visible puede lograrse un efecto similar -en cuanto a la definición de las nubes- usando un filtro polarizador):

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Una última comparación entre fotografía convencional e infrarroja:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

El equipo

La primera pregunta que se plantea el neófito es si su cámara es apta para este tipo de fotografía. En la mayoría de los casos la respuesta será afirmativa aunque, como no, siempre hay un "pero" y en este caso el "pero" consiste en que, a pesar de que la mayoría de las cámaras pueden captar luz IR, existen variaciones muy importantes en cuanto a la velocidad a la que captan esta luz (según los modelos de cámaras). Estas variaciones se deben a que los fabricantes colocan en la mayoría de las cámaras (el 100% si se trata de cámaras de aficionado) un filtro delante del sensor que, entre otras cosas, se encarga de bloquear la mayor parte de la luz de longitudes de onda diferentes del visible que llegan al sensor. Esto es debido a que en una fotografía convencional, la contaminación con luz IR puede suponer una considerable merma de calidad.

Cada modelo de cámara lleva un filtro distinto que puede bloquear con mayor o menor eficacia las longitudes de onda que nos interesan, por regla general, las cámaras más antiguas llevan filtros más permisivos al IR, mientras que los filtros de las cámaras actuales son prácticamente opacos al IR, por lo que algunos fotógrafos deciden retirarlo del sensor y poner un filtro dedicado a la fotografía IR, aunque dejando así la cámara inservible para fotografía convencional.

La otra opción es utilizar un filtro IR que se enrosca al objetivo como cualquier otro filtro. Se trata de unos filtros que tan solo dejan pasar luz IR (aunque con alguna concesión a las longitudes de onda más largas del visible) y por tanto, si tratamos de mirar a través de ellos no podremos ver más allá del filtro ya que es completamente negro.

Algunas de las cámaras sin modificar que he usado y me han dado buenos resultados en IR son la Nikon D50, Nikon D70/D70s, Nikon Coolpix 2000 y Olympus C-760. Asimismo, hay otras que me han dado un resultado bastante decepcionante en IR (por el excesivo tiempo de exposición que se requiere) como la Nikon D80, Nikon D90, Nikon D200 o Nikon D300, que son modelos más recientes a los que el fabricante ha puesto filtros muy poco permisivos al IR delante del sensor. En la red pueden encontrarse amplios listados de cámaras válidas para fotografía infrarroja.

En cuanto a los filtros IR, hay muchas marcas que los fabrican aunque quizá uno de los más conocidos sea el Hoya R72 (el que yo utilizo). Otros fabricantes son Heliopan, Wratten, Cokin, B+W o Tiffen entre los cuales encontramos un amplio catálogo de filtros IR que de distinta transparencia a longitudes de onda determinadas.

Como hemos dicho, estos filtros IR se caracterizan por sus diferentes grados de transparencia a unos determinados intervalos de longitudes de onda, por ejemplo, tanto el Wratten 89B como el Hoya R72 tienen un 50% de transmitancia para una longitud de onda de 720 nm. Este porcentaje disminuye hasta llegar a 0% en 680 nm, lo que significa que aunque ambos filtros son transparentes a la luz IR, también permiten el paso de algunas de las longitudes de onda más largas del espectro visible, es decir, luz roja que luego podremos procesar para obtener imágenes IR coloreadas.

Como podéis ver, los filtros IR son prácticamente opacos al visible:

La siguiente tabla muestra información sobre la transmitancia de distintas marcas y modelos de filtros IR:

(Pinchar en la tabla para ampliar)

Debo señalar que con los filtros IR puros, los cuales son opacos para cualquier longitud de onda del espectro visible, solo pueden obtenerse imágenes en BN, mientras que los filtros que permiten el paso de parte de la luz visible, servirán también para obtener fotografías coloreadas.

A modo de ejemplo práctico, la toma de una fotografía IR que en una Nikon D50 necesita un tiempo de exposición de 2 segundos, en una Nikon D80 (a igualdad del resto de parámetros) requiere una exposición de 7-8 minutos, mientras que en una compacta Nikon Coolpix 2000 tan solo requiere 1/10 s.

Hay bastantes objetivos sin características especiales que son perfectamente válidos para fotografía IR, por contra otros muchos resultan inútiles para IR, principalmente por la tendencia que tienen algunos objetivos que, aún siendo excelentes para fotografía convencional, producen aproximadamente en el centro de la fotografía una zona más brillante, con menor definición y menor contraste que en el resto. Esto se denomina Hot-Spot.

Podéis ver algunos ejemplos de Hot-Spot en las siguientes fotografías:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)
Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 8 minutos
Diafragma: f:11
Longitud focal: 17 mm (25 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 13 minutos
Diafragma: f:9
Longitud focal: 17 mm (25 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Este Hot-Spot se produce por reflexiones internas de la luz IR, puesto que los objetivos suelen estar corregidos para el espectro visible. En los ejemplos anteriores, ambas fotografías fueron hechas con un Tamron 17-50 f:2,8 y como puede verse, produce un gran Hot-Spot en el centro de la imagen a pesar de ser un objetivo de calidad óptica contrastada en el visible.

Por otra parte, uno de los objetivos que más uso en fotografía IR es el Nikon 18-55 f:3,5-5,6 que a pesar de ser un objetivo de gama baja, resulta ideal para fotografía IR por su buen comportamiento y ausencia de Hot-Spot.

En la red se pueden encontrar listados de objetivos que pueden producir o no el temido Hot-Spot. La única forma de averiguarlo es haciendo la prueba (o que alguien la haga por nosotros).

La presencia de "flare" en las fotografías IR es muy habitual dado que los objetivos están corregidos para luz visible, por esto es conveniente utilizar siempre un parasol y tratar de evitar encuadres en los que pueda interferir la luz parásita.

Seguidamente pongo una fotografía IR donde se aprecia un "flare" que se hubiera podido evitar, o al menos minimizar, con el uso de un parasol:

Equipo:
Cámara: Olympus C-760

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 1/13 s
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 6,3 mm (38,1 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: JPG

La técnica fotográfica

El trípode siempre debe acompañaros, no me cansaré de repetirlo, pero resulta que además en esta disciplina es absolutamente imprescindible, incluso en días de verano a pleno Sol será necesario el trípode. Caso aparte son las cámaras modificadas pero podemos considerarlo una excepción.

Una de las cosas que más llama la atención tras hacer la primera fotografía IR, bien sea con un filtro IR en el objetivo o con una cámara modificada, es que la cámara nos muestra una fotografía que en poco se asemeja a las imágenes infrarrojas que hemos visto hasta ahora, más bien parece como si la toma se hubiera hecho a través de un filtro rojo muy intenso:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Esto es debido al papel del balance de blancos (WB) automático, pues la luz que llega al sensor es, en su mayoría, de larga longitud de onda y la cámara interpreta que se ha puesto un filtro rojo al objetivo. Por esta razón deberemos hacer el balance de blancos manual, bien en la propia cámara, o bien disparando en RAW (aunque en cualquier caso se debe disparar en RAW) y modificando el balance de blancos en el postproceso. Personalmente, prefiero hacer el WB personalizado en la propia cámara porque así me puedo guiar con el histograma para hacer la mejor exposición (en muchas ocasiones deberemos hacer un "bracketing" para lograr la exposición correcta), mientras que dejando el WB en auto, el canal rojo queda completamente saturado con exposiciones mucho más bajas de lo deseable.

El WB personalizado para IR se realiza por regla general a la hierba verde, aunque también nos valdría una tarjeta gris o similar. Evidentemente, el WB se hace con el filtro puesto, el objetivo a su máxima focal y la escena debe estar lo más desenfocada posible para que el color que llegue al sensor al hacer el WB sea el promedio del total del encuadre. De esta forma la misma fotografía queda de la siguiente forma:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Como podéis ver, el cambio es más que considerable tan solo con realizar un correcto balance de blancos. Luego veremos otros posibles cambios que pueden hacerse a estas fotografías en el postproceso.

En cuanto al encuadre, lo más significativo es que se debe evitar al máximo tanto la luz directa como las luces parásitas laterales, por lo que es recomendable disparar al menos a 90º respecto del Sol o fuentes de luz intensa, siendo preferible alrededor de los 180º. Una luz incorrecta destroza una fotografía IR con mucha más facilidad y contundencia que en una fotografía convencional.

Ahora viene uno de los puntos más característicos de la fotografía IR: El enfoque:

Como se ha visto en la introducción, las imágenes se forman sobre el plano focal gracias a la refracción de la luz y ésta, en función de su longitud de onda, se refracta en mayor o menor medida pudiendo crear aberraciones cromáticas en algunas situaciones.

Cuando enfocamos con un objetivo manual, estaremos enfocando solamente para la luz visible puesto que la luz infrarroja, al ser de una longitud de onda mucho mayor, se refracta menos formando la imagen IR más allá del plano focal y en consecuencia, queda desenfocada.

Podemos ver esta característica en el siguiente esquema:

(Pinchar en el esquema para ver a mayor tamaño)

Es por esto que muchos objetivos manuales llevan un punto para la corrección del enfoque en fotografías infrarrojas:

Si usamos estos objetivos manuales, primero se debe enfocar normalmente, como si se tratara de una fotografía no IR, luego se pone el filtro IR en el objetivo y (obviamente sin mirar por el visor, porque no se ve absolutamente nada) se desplaza el anillo de enfoque haciendo coincidir la distancia de enfoque correcta para el visible con el punto de corrección de enfoque IR del objetivo. Luego podemos pulsar el disparador con la seguridad de que obtendremos una imagen IR correctamente enfocada.

En caso de usar objetivos "autofocus" (AF), la operación del enfoque es mucho más simple porque recae todo el trabajo en los sensores AF de la propia cámara. Los pasos a seguir son, primero encuadrar la escena sin filtro IR (para que podamos ver el encuadre) teniendo la precaución de que alguno de los puntos de enfoque de nuestra cámara quede situado sobre alguna zona con suficiente contraste para que pueda enfocar con facilidad, seguidamente colocamos el filtro IR en el objetivo y accionamos el sistema de AF. Dado que los sistemas AF se basan en sensores CCD, pueden "ver" perfectamente la luz infrarroja (la que le llega al sensor AF tras poner el filtro) y enfocarla correctamente sin necesidad de ajustes posteriores. Luego no hay más que disparar la cámara para obtener la fotografía IR.

Si vuestra cámara está modificada para IR, se debe hacer un ajuste de AF para que enfoque correctamente al IR porque aunque la luz que llega al sensor de la cámara es infrarroja, la que llega a los sensores AF es luz visible (con su componente IR, pero en su mayoría visible).

Como excepción debo señalar que algunos objetivos muy especializados y nada corrientes, han sido corregidos de acromatismo para fotografía IR, en cuyo caso no existirá diferencia entre la localización de los puntos de enfoque IR y visual.

El postproceso

Cuando volvemos a casa con la tarjeta de memoria repleta de fotos, encontramos que muchas de ellas son bastante decepcionantes, monotonales y de colores empastados. Por ello debemos optimizar las fotografías realizadas en un buen programa de edición gráfica.

Naturalmente, hay muchas formas de procesar una misma foto y yo solo expondré el modo en que yo lo hago aunque, como todos los procesos de edición, admite múltiples variaciones que en muchos casos mejorarán los resultados, así pues, es conveniente tomar estos pasos que os propongo como una simple guía, no como un proceso cerrado.

El primer paso, si no lo hemos hecho ya antes de la toma es hacer un balance de blancos adecuado, que como he comentado anteriormente, debería hacerse sobre follaje o hierva verde. El principal problema reside en que muchos editores gráficos (entre los que se incluye PhotoShop, con su Adobe Camera Raw) son incapaces de interpretar el balance de blancos tan extremo que requieren estas fotografías, siendo lo más recomendable, abrir los archivos en RAW con el programa específico de vuestra marca de cámara y una vez realizado el balance de blancos, guardar la fotografía en Tiff de 16 bit para editarla en un programa de edición más potente.

Una vez abierto el Tiff en el programa de edición, encontramos algo como esto:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Una toma claramente infrarroja, pero aun por pulir que es lo que haremos a continuación, empezando por invertir los canales rojo y azul. Para ello creamos una nueva capa de ajuste "Mezclador de Canales", en esta capa de ajuste buscamos el "Canal de salida Rojo" y en las barras de desplazamiento RGB podremos comprobar como la barra del rojo está al 100% y la barra del azul al 0%. Como estamos invirtiendo canales, parece lógico pensar que lo que toca ahora es poner la barra del rojo a 0% y la barra del azul al 100%, como podéis ver a continuación:


Luego realizamos el mismo proceso, pero esta vez con el "Canal de salida Azul", donde llevaremos la barra del rojo al 100% y la barra del azul al 0%:


Es recomendable, hacer una acción que automatice todos los pasos para invertir canales, de esta forma ahorraréis mucho tiempo en los procesos de fotografías infrarrojas.

Una vez invertidos los canales rojo y azul, obtenemos una fotografía con un cielo de color azul muy saturado, pero aún algo empastada (y con frecuencia, también falta de brillo):

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Solucionamos este problema con una nueva capa de "ajuste de Niveles", en la que haremos los ajustes de contraste (recomiendo hacer estos ajustes por canales independientes y con el aviso de luces saturadas y empastadas activado) y brillo (este ajuste prefiero realizarlo en RGB, es decir, simultáneamente en los tres canales). Tras este último paso, ya tenemos una fotografía IR que se puede considerar "aceptable":

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

También hay casos, como el de la fotografía que os presento abajo, en que no me acabo de decidir sobre hacer o no la inversión de canales, puesto que personalmente, también me gusta el resultado sin invertir canales... al final siempre acabo haciendo ambos procesados:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Siempre pueden probarse variaciones en el postproceso, algunas de las cuales darán como resultado fotografías inesperadamente originales, otras sin embargo, pueden acabar rápidamente en la papelera de reciclaje, haced la prueba (y si sale bien, me enviáis el resultado).

En este artículo he tratado de exponer mis conocimientos, aún escasos, sobre la fotografía IR digital, aunque creo que puede ser un punto de partida para animaros a empezar.

martes, 30 de marzo de 2010

Otra forma de ver las cosas

Tras un tiempo sin novedades, retomo el blog con una fotografía infrarroja.

Desde que se ha extendido el uso de cámaras digitales, este tipo de fotografía se está popularizando cada vez más, hasta el punto que algunos fotógrafos incluso modifican sus cámaras para dedicarlas exclusivamente al infrarrojo que, sin duda, muestra unos colores completamente distintos a lo habitual, aunque no por ello resultan menos interesantes.

La fotografía que muestro a continuación se realizó usando un filtro Hoya R72 (filtro IR) en el objetivo, de forma que la luz que llega al sensor de la cámara no se corresponde con la luz visible sino con una luz de mayor longitud de onda que caracteriza al espectro infrarrojo:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Esta foto se tomó cerca de Sueca (Valencia), en un paraje conocido como "La Muntanyeta dels Sants". Fue un día algo ventoso, lo que combinado con una obturación lenta, logró desdibujar las copas de los árboles dando así un mayor dinamismo a la imagen.

Equipo:
Cámara: Nikon D50
Objetivo: Nikon 18-55 f:3,5-5,6

Otros datos:
ISO: 200
Tiempo de exposición: 1,30 s
Diafragma: f:9
Longitud focal: 23 mm (34,5 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Próximamente publicaré un artículo mucho más completo sobre fotografía IR en el que dejo constancia de lo aprendido sobre el tema estos últimos años.

Espero animaros a empezar con este tipo de fotografía que refleja una realidad alternativa, aunque no por ello menos auténtica, a la que estamos acostumbrados a concebir puesto que la luz infrarroja está igualmente presente, la diferencia estriba en que nuestra retina es insensible a ella.