miércoles, 22 de junio de 2011

Sesión fotográfica de boda en la playa




No acostumbro a colgar fotos de eventos sociales en este blog por respeto a la privacidad de las personas que salen en las fotografías... en este caso, se trata de unos amigos a los que he pedido permiso para divulgar sus fotos y han aceptado sin pensarlo, así que desde aquí se lo agradezco.

No soy profesional, ni dispongo del equipo que quisiera poder permitirme, aunque a pesar de ello, considero que tengo suficiente para poder afrontar este tipo de eventos, al menos a nivel amateur. Dentro de mis limitaciones, he tratado de hacer una sesión fotográfica aceptable.

La pareja, S.P. (hermana de la novia, buena ayudante y buena amiga), J.C. (mi novia, que me ayuda, hace unas fotos estupendas y me soporta este tipo de aficiones) y yo mismo, quedamos un fin de semana para hacer esta sesión que fuimos planeando sobre la marcha, aunque con alguna idea en la cabeza. El equipo que usado se limitó a una Nikon D80, Tamron 17-50, Tokina 12-24 y un flash Nikon SB-800... hubiera preferido usar dos, o incluso tres luces, pero en ese momento tan solo disponía de un flash, por lo que traté de sacarle el mayor partido posible. Naturalmente, también se usaron disparadores por radio para el flash (no sé la marca, de esos baratos que se encuentran en eBay), una sombrilla translúcida para suavizar la luz del flash y un pié de flash de 2,5 metros. Pongo una foto del "making off" para que os hagáis una idea:

En esta primera acabábamos de llegar poco antes del atardecer y mientras esperábamos a que el Sol bajara un poco más para tener mejor luz, fuimos montando el tinglado (al fondo podemos ver a S.P. sacando los trastos de la bolsa) y haciendo las primeras pruebas:


 En esta otra, donde vemos a la derecha a S.P. y J.C. dirigiendo la operación, ya había anochecido y para obtener luz de fondo, se requirieron velocidades de obturación relativamente lentas:


En el momento en que la luz del Sol era aún muy dura, pero las sombras ya se alargaban, empezó la sesión propiamente dicha... inicialmente, pensé ubicar a la pareja en el contexto dónde nos encontrábamos.

Tratando de resaltar a los sujetos sobre el fondo, se subexpuso la escena en 2/3 EV y dejé que la luz del Sol y el flash de relleno a plena potencia hicieran su trabajo sobre la tela blanca y extremadamente reflectante con que se vistieron los sujetos:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Cabe destacar que uno de los mayores problemas en estas fotografías radica en no sobreexponer los blancos, un error muy habitual que produce una importante pérdida de detalle en la zona quemada y que suele suponer una gran merma de calidad... la solución pasa por medir bien la luz antes de empezar, mirar el histograma (o el aviso de zonas quemadas) en la cámara cada dos o tres tomas y disparar siempre en RAW (esto último nunca me cansaré de recomendarlo).

Nos pareció atractiva la cálida luz del atardecer y decidimos seguir la sesión entre las rocas de la escollera que se puede ver al fondo en la fotografía anterior. Esta luz sobre el paisaje es realmente estupenda, pero la verdad es que sobre la piel humana produce un tono muy anaranjado y poco natural. Encuentro dos posibles soluciones:

- La primera opción (directa, rápida y poco efectista), consiste en modificar el balance de blancos de la fotografía de forma que, cambiando la temperatura de color, obtengamos unos tonos, tanto en la piel como en los trajes blancos, adecuados (en fotografía química pondríamos un filtro azul sobre el objetivo). El problema de este sistema es que el balance de blancos afecta de forma global a la fotografía, por lo que el sujeto/s perdería/n el color anaranjado, pero también lo perdería el paisaje, con lo cual el resultado no sería especialmente atractivo.

- La segunda opción (usada en la siguiente toma), requiere del uso de (al menos) una luz de flash, en este caso como luz de relleno y también como modulador de la temperatura de color de la zona iluminada. Al estar la luz del flash calibrada como luz de día (o incluso ligeramente más fría), suaviza los tonos anaranjados allá donde ilumina, dejando el resto de la fotografía con la luz ambiente original:

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A medida que pasa el tiempo, y como es natural, el Sol sigue bajando en el horizonte, ofreciéndonos una luz más  tenue y suave. Será a partir de este momento cuando nuestro flash dejará de funcionar como luz de relleno, para pasar a ser nuestra luz principal.

En esta toma se subexpuso el fondo en 1/3 EV y se iluminó a la pareja con el flash a media potencia, filtrado por la sombrilla con la intención de modular la luz para hacerla mucho más cremosa que la que se obtendría con el flash desnudo.

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Puede observarse como la luz existente en primer plano, en el lugar donde se ubican los sujetos, es considerablemente más intensa que la luz de fondo, debido a la subexposición de la fotografía que se ha compensado con un golpe de flash para exponer correctamente únicamente la zona que deseamos resaltar.

El Sol seguía cayendo mientras nos apresurábamos en realizar algunas tomas que requerían luz natural, como es el caso del siguiente contraluz, un "blanco sobre blanco" en el que se ha sobreexpuesto intencionadamente el fondo (que se trata en realidad del cielo, en la zona brumosa que suele situarse sobre el horizonte) de forma que quedara de un color blanco muy brillante. Dado que la luz de fondo proviene de la parte trasera del sujeto, éste hubiera aparecido muy subexpuesto en la fotografía final, prácticamente se limitaría a una silueta negra sobre fondo blanco, por lo que se empleó un golpe de flash sobre el sujeto, de forma que quedara correctamente expuesto o incluso ligeramente sobreexpuesto, pero sin llegar nunca a quemar el vestido blanco de la novia... tal vez, en un entorno natural, encontrar la potencia correcta del flash sea uno de los pasos más delicados en este tipo de fotografía, más aún yendo a contrarreloj dado que la luz de día se extinguía ya con rapidez. En mi caso (no tengo flashímetro de mano) hice un par de pruebas antes de encontrar la potencia correcta. Aquí tenéis el resultado:

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Con el Sol escondido bajo el horizonte y con una luz natural tan escasa como suave (lo que prácticamente elimina las sombras) era el momento ideal para (usando un trípode) inmortalizar la típica escena del beso, obligatoria en toda sesión de boda.

Teniendo en cuenta las características del lugar pensé que hacer una panorámica con la pareja al centro podría dar buen resultado. Como se ha comentado anteriormente, un golpe de flash ayudó a dar algo más de protagonismo a la pareja en esta escena (además los sujetos se mostraron especialmente colaboradores en la realización de esta fotografía):

(Recomendable ver en grande, clic en la foto para ver a mayor tamaño)

Finalmente, la noche hace acto de presencia y son necesarias largas exposiciones (de hasta 20 segundos) y la colaboración de la pareja para conseguir la imagen. Igualmente, se usa un flash sincronizado a la cortinilla trasera para resaltar y dar volumen al sujeto principal sobre el fondo.

En la siguiente toma, 20 segundos de obturación (durante los cuales los sujetos debieron quedarse completamente inmóviles) fueron necesarios para captar la luz ambiente. El flash a la cortinilla trasera sirve, además de para la función mencionada en el párrafo anterior, para indicar que la fotografía ya se ha realizado y el sujeto pueda relajarse.

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Debo señalar que de haber tenido una cámara más moderna (y con cociente señal/ruido más favorable), hubiera preferido subir el ISO a 800 o 1600 para reducir en gran medida el tiempo de obturación. Suerte que mis modelos fueron pacientes... naturalmente, nunca se debe intentar esto con niños.


Congelar el tiempo en una fotografía no siempre es fácil, y menos aún cuando la luz es muy escasa, por ello se ha empleado el flash en la siguiente fotografía para inmortalizar un puñado de arroz en el aire, antes de caer sobre la pareja. Para ello se sigue el procedimiento habitual, pero en lugar de sincronizar el flash a la cortinilla trasera, debemos dispararlo manualmente mientras el obturador está abierto y el arroz en el aire. Una vez se ha disparado el flash, puede cerrarse el obturador obteniendo así la fotografía:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Esto ha sido un pequeño resumen de la que fue mi primera sesión de fotografía de bodas. He intentado explicar la metodología lo mejor posible, pero creo que pueden surgir dudas en alguno de los puntos tratados, por lo que me gustaría que escribierais en el blog o a mi e-mail para tratar de solucionarlo.

Por otra parte, os animo a utilizar el flash fuera de la cámara y, si es posible, suavizado con  una sombrilla o una ventana (soft-box), ya que de esta forma se puede obtener una tasa considerablemente mayor de resultados satisfactorios.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé, como despues de tanto tiempo nadie te dijo nada de esta sesión tan instructiva, felicidades y supongo que la pareja quedó mas que contenta. Un saludo.

Juan Pablo Navarro dijo...

Muchas gracias ;-) ... la pareja quedó contenta, sí.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Muy buenas fotos y las explicaciones sencillas, bien por ti Juan Pablo.

Un fuerte abrazooo... !!!

Juan Pablo Navarro dijo...

Se agradece :-)

Saludos.

Anónimo dijo...

He estado metido durante varios dias sobre fotografia strobist y siento que tu explicaciones han sido las que más he entendido y más provecho puedo sacarle..ahora puedo entender el como se han hecho fotos que he visto en internet y que muchos no quieren decir como se hacen..asi que se agradece el compartir y la excelente explicación ..saludos y gracias !

Juan Pablo Navarro dijo...

Me alegro de que te haya servido... ahora toca practicar, cuanto más mejor.

Un saludo.