domingo, 3 de julio de 2011

La Muntanyeta dels Sants (nocturna de larga exposición)

Realicé esta fotografía el pasado mes de Mayo. Dado que conozco el lugar y la forma de llegar, me limité  sencillamente a esperar que se dieran las condiciones meteorológicas adecuadas para este tipo de fotografía y proceder de la manera habitual, como describo en este artículo publicado en el blog: Fotografía nocturna de larga exposición.

Se trata de la "Muntanyeta dels Sants", un pequeño montículo calizo con una altitud de 27 metros sobre el nivel del mar, ubicado en el parque natural de l'Albufera de Valencia.

Al finalizar la Guerra Civil fue explotado como cantera para abastecer de piedra en la construcción de caminos y muros de contención del río Júcar. A causa de estas actividades, la Muntanyeta estuvo realmente cerca de desaparecer por completo a mediados del S. XX.

En la cima de este montículo encontramos la "Ermita dels Sants de la Pedra" (San Abdón y San Senén), que data del año 1613, aunque se tiene constancia de que ya existía un oratorio a los Santos de la Piedra desde el S. XIV.

Este terreno que otrora fuera utilizado como fuente de materia prima para construcción, se convirtió el  pasado año 2005 en una microrreserva de flora protegida, donde abundan pinares, olivos y chumberas, rodeados (como si de una isla se tratase), de infinidad de arrozales que pueden contemplarse desde lo alto del montículo.



(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Equipo:

Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 14-24 f:2,8

Otros datos:
ISO: 200
Tiempo de exposición: 90 minutos
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 14 mm (21 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Dado que se trataba de una noche muy oscura, la iluminación principal provenía de las luces de un almacén de arroz cercano a la zona, aunque algunas zonas de sombras fueron rellenadas también por mí con una linterna mientras se realizaba la exposición.

Os recomiendo que, si pasáis cerca de Valencia, no os perdáis una visita a l'Albufera y los pueblos de alrededor, que pueden resultar muy agradecidos tanto fotográficamente como gastronómicamente.

miércoles, 22 de junio de 2011

Sesión fotográfica de boda en la playa




No acostumbro a colgar fotos de eventos sociales en este blog por respeto a la privacidad de las personas que salen en las fotografías... en este caso, se trata de unos amigos a los que he pedido permiso para divulgar sus fotos y han aceptado sin pensarlo, así que desde aquí se lo agradezco.

No soy profesional, ni dispongo del equipo que quisiera poder permitirme, aunque a pesar de ello, considero que tengo suficiente para poder afrontar este tipo de eventos, al menos a nivel amateur. Dentro de mis limitaciones, he tratado de hacer una sesión fotográfica aceptable.

La pareja, S.P. (hermana de la novia, buena ayudante y buena amiga), J.C. (mi novia, que me ayuda, hace unas fotos estupendas y me soporta este tipo de aficiones) y yo mismo, quedamos un fin de semana para hacer esta sesión que fuimos planeando sobre la marcha, aunque con alguna idea en la cabeza. El equipo que usado se limitó a una Nikon D80, Tamron 17-50, Tokina 12-24 y un flash Nikon SB-800... hubiera preferido usar dos, o incluso tres luces, pero en ese momento tan solo disponía de un flash, por lo que traté de sacarle el mayor partido posible. Naturalmente, también se usaron disparadores por radio para el flash (no sé la marca, de esos baratos que se encuentran en eBay), una sombrilla translúcida para suavizar la luz del flash y un pié de flash de 2,5 metros. Pongo una foto del "making off" para que os hagáis una idea:

En esta primera acabábamos de llegar poco antes del atardecer y mientras esperábamos a que el Sol bajara un poco más para tener mejor luz, fuimos montando el tinglado (al fondo podemos ver a S.P. sacando los trastos de la bolsa) y haciendo las primeras pruebas:


 En esta otra, donde vemos a la derecha a S.P. y J.C. dirigiendo la operación, ya había anochecido y para obtener luz de fondo, se requirieron velocidades de obturación relativamente lentas:


En el momento en que la luz del Sol era aún muy dura, pero las sombras ya se alargaban, empezó la sesión propiamente dicha... inicialmente, pensé ubicar a la pareja en el contexto dónde nos encontrábamos.

Tratando de resaltar a los sujetos sobre el fondo, se subexpuso la escena en 2/3 EV y dejé que la luz del Sol y el flash de relleno a plena potencia hicieran su trabajo sobre la tela blanca y extremadamente reflectante con que se vistieron los sujetos:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Cabe destacar que uno de los mayores problemas en estas fotografías radica en no sobreexponer los blancos, un error muy habitual que produce una importante pérdida de detalle en la zona quemada y que suele suponer una gran merma de calidad... la solución pasa por medir bien la luz antes de empezar, mirar el histograma (o el aviso de zonas quemadas) en la cámara cada dos o tres tomas y disparar siempre en RAW (esto último nunca me cansaré de recomendarlo).

Nos pareció atractiva la cálida luz del atardecer y decidimos seguir la sesión entre las rocas de la escollera que se puede ver al fondo en la fotografía anterior. Esta luz sobre el paisaje es realmente estupenda, pero la verdad es que sobre la piel humana produce un tono muy anaranjado y poco natural. Encuentro dos posibles soluciones:

- La primera opción (directa, rápida y poco efectista), consiste en modificar el balance de blancos de la fotografía de forma que, cambiando la temperatura de color, obtengamos unos tonos, tanto en la piel como en los trajes blancos, adecuados (en fotografía química pondríamos un filtro azul sobre el objetivo). El problema de este sistema es que el balance de blancos afecta de forma global a la fotografía, por lo que el sujeto/s perdería/n el color anaranjado, pero también lo perdería el paisaje, con lo cual el resultado no sería especialmente atractivo.

- La segunda opción (usada en la siguiente toma), requiere del uso de (al menos) una luz de flash, en este caso como luz de relleno y también como modulador de la temperatura de color de la zona iluminada. Al estar la luz del flash calibrada como luz de día (o incluso ligeramente más fría), suaviza los tonos anaranjados allá donde ilumina, dejando el resto de la fotografía con la luz ambiente original:

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A medida que pasa el tiempo, y como es natural, el Sol sigue bajando en el horizonte, ofreciéndonos una luz más  tenue y suave. Será a partir de este momento cuando nuestro flash dejará de funcionar como luz de relleno, para pasar a ser nuestra luz principal.

En esta toma se subexpuso el fondo en 1/3 EV y se iluminó a la pareja con el flash a media potencia, filtrado por la sombrilla con la intención de modular la luz para hacerla mucho más cremosa que la que se obtendría con el flash desnudo.

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Puede observarse como la luz existente en primer plano, en el lugar donde se ubican los sujetos, es considerablemente más intensa que la luz de fondo, debido a la subexposición de la fotografía que se ha compensado con un golpe de flash para exponer correctamente únicamente la zona que deseamos resaltar.

El Sol seguía cayendo mientras nos apresurábamos en realizar algunas tomas que requerían luz natural, como es el caso del siguiente contraluz, un "blanco sobre blanco" en el que se ha sobreexpuesto intencionadamente el fondo (que se trata en realidad del cielo, en la zona brumosa que suele situarse sobre el horizonte) de forma que quedara de un color blanco muy brillante. Dado que la luz de fondo proviene de la parte trasera del sujeto, éste hubiera aparecido muy subexpuesto en la fotografía final, prácticamente se limitaría a una silueta negra sobre fondo blanco, por lo que se empleó un golpe de flash sobre el sujeto, de forma que quedara correctamente expuesto o incluso ligeramente sobreexpuesto, pero sin llegar nunca a quemar el vestido blanco de la novia... tal vez, en un entorno natural, encontrar la potencia correcta del flash sea uno de los pasos más delicados en este tipo de fotografía, más aún yendo a contrarreloj dado que la luz de día se extinguía ya con rapidez. En mi caso (no tengo flashímetro de mano) hice un par de pruebas antes de encontrar la potencia correcta. Aquí tenéis el resultado:

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Con el Sol escondido bajo el horizonte y con una luz natural tan escasa como suave (lo que prácticamente elimina las sombras) era el momento ideal para (usando un trípode) inmortalizar la típica escena del beso, obligatoria en toda sesión de boda.

Teniendo en cuenta las características del lugar pensé que hacer una panorámica con la pareja al centro podría dar buen resultado. Como se ha comentado anteriormente, un golpe de flash ayudó a dar algo más de protagonismo a la pareja en esta escena (además los sujetos se mostraron especialmente colaboradores en la realización de esta fotografía):

(Recomendable ver en grande, clic en la foto para ver a mayor tamaño)

Finalmente, la noche hace acto de presencia y son necesarias largas exposiciones (de hasta 20 segundos) y la colaboración de la pareja para conseguir la imagen. Igualmente, se usa un flash sincronizado a la cortinilla trasera para resaltar y dar volumen al sujeto principal sobre el fondo.

En la siguiente toma, 20 segundos de obturación (durante los cuales los sujetos debieron quedarse completamente inmóviles) fueron necesarios para captar la luz ambiente. El flash a la cortinilla trasera sirve, además de para la función mencionada en el párrafo anterior, para indicar que la fotografía ya se ha realizado y el sujeto pueda relajarse.

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Debo señalar que de haber tenido una cámara más moderna (y con cociente señal/ruido más favorable), hubiera preferido subir el ISO a 800 o 1600 para reducir en gran medida el tiempo de obturación. Suerte que mis modelos fueron pacientes... naturalmente, nunca se debe intentar esto con niños.


Congelar el tiempo en una fotografía no siempre es fácil, y menos aún cuando la luz es muy escasa, por ello se ha empleado el flash en la siguiente fotografía para inmortalizar un puñado de arroz en el aire, antes de caer sobre la pareja. Para ello se sigue el procedimiento habitual, pero en lugar de sincronizar el flash a la cortinilla trasera, debemos dispararlo manualmente mientras el obturador está abierto y el arroz en el aire. Una vez se ha disparado el flash, puede cerrarse el obturador obteniendo así la fotografía:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Esto ha sido un pequeño resumen de la que fue mi primera sesión de fotografía de bodas. He intentado explicar la metodología lo mejor posible, pero creo que pueden surgir dudas en alguno de los puntos tratados, por lo que me gustaría que escribierais en el blog o a mi e-mail para tratar de solucionarlo.

Por otra parte, os animo a utilizar el flash fuera de la cámara y, si es posible, suavizado con  una sombrilla o una ventana (soft-box), ya que de esta forma se puede obtener una tasa considerablemente mayor de resultados satisfactorios.

sábado, 16 de abril de 2011

La vieja chimenea (nocturna de larga exposición)


Aunque trato de mantener el blog en funcionamiento, no siempre  consigo colgar nuevas entradas con la frecuencia que desearía, prueba de ello son los 9 últimos meses de sequía fotográfica por los que he pasado, durante los cuales el trabajo y los estudios me han impedido realizar prácticamente cualquier otra actividad, incluyendo la fotografía (aunque con matices) y el mantenimiento de este blog.

En realidad no puedo decir que durante todo este tiempo no haya disparado algunas fotos, pero han sido por compromiso y no proyectos personales que son precisamente los que alimentan el blog.

El ultimo de estos proyectos lo terminé hace un par de días (aunque llevaba meses pensando en ello, y días esperando las condiciones climáticas adecuadas), se trata de una fotografía nocturna de larga exposición en la que aparecen en primer término los restos una vieja chimenea industrial de ladrillo, testimonio material de la Revolución Industrial Valenciana. Estas construcciones protegidas actualmente por la legislación valenciana de Patrimonio Cultural como "Bienes de Relevancia Local", se alzaron en muchos casos para su uso en fábricas de ladrillos y motores de riego.
Básicamente podemos encontrar tres tipos de chimeneas o "fumerals", como aquí las llaman:
  •  Las chimeneas cuadradas, que son las más sencillas pero también las que ofrecen mayor resistencia al viento.
  •  Las chimeneas cilíndricas, que ofrecen la menor resistencia al viento por lo que era viable construirlas de mayor altura.
  •  Por último, las chimeneas octogonales se muestran como un compromiso entre las cuadradas y las circulares, reuniendo ventajas de ambas: permitir el uso de ladrillos cuadrados y  llegar  asimismo a alturas considerables. Este tipo de chimeneas es el que encontramos con mayor frecuencia en la Provincia de Valencia.

Para la realización tuve que encontrar la ubicación adecuada a plena luz del Sol y tras tomar un par de fotos con el móvil, grabar las coordenadas GPS para poder volver esa misma noche, pues se trata de un lugar relativamente inaccesible:


Tras el ocaso, volví al punto escogido para montar el trípode, encuadrar la escena y abrir el obturador durante unos 70 minutos de exposición que pasé en el coche viendo una película en el portátil. El último minuto de exposición lo dediqué a iluminar tenuemente la chimenea con una linterna:

 
(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)
Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 14-24 f:2,8

Otros datos:
ISO: 200
Tiempo de exposición: 70 minutos
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 14 mm (21 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Podéis observar en la zona inferior izquierda, la contaminación lumínica que desgraciadamente es más que evidente en todo el litoral valenciano, algo que podría solucionarse al menos en parte, con un sistema de  iluminación pública más eficiente, que evitara desperdiciar gran parte de la intensidad lumínica producida en iluminar el cielo... no solamente por el placer de disfrutar de unos cielos más limpios y estrellados (que no es poco), sino por disminuir (en gran medida me atrevo a añadir) el consumo energético de la iluminación urbana, algo que al fin y al cabo, pagamos entre todos.

Encontraréis un artículo más detallado sobre este tipo de fotografía haciendo clic en el siguiente enlace de este mismo blog: Fotografía nocturna de larga exposición (Artículo).

martes, 13 de julio de 2010

El Arco que se desvanece

En ocasiones el exceso de trabajo me impide publicar con la asiduidad que desearía, así como me imposibilita desarrollar nuevos artículos que tengo en mente y que, por el momento, no puedo materializar.

Por ello, la siguiente panorámica, montada a partir de 18 tomas verticales, no es precisamente reciente sino que tiene algunos meses (los que he tardado en decidirme a procesarla).

En la fotografía de fenómenos meteorológicos no resultan tan importantes los conocimientos técnicos, como la capacidad para tratar de predecir con un mínimo de antelación dónde y cuando se va a producir el fenómeno en cuestión... en el caso que nos atañe, recuerdo que se trababa de un día lluvioso y moderadamente nublado cuando, al caer la tarde y con el Sol relativamente bajo, las nubes empezaron a disiparse dejando al descubierto una pequeña porción del cielo por la que empezaron a colarse algunos rayos de Sol. Pensé que sería relativamente probable que en un breve espacio de tiempo apareciera un Arco Iris que, sin duda, merecería la pena fotografiar.

Reuní con celeridad el equipo que consideré necesario y, mientras observaba el Arco Iris en todo su esplendor, recorrí unos 7 Km en coche buscando alguna zona en las afueras de mi pueblo desde donde pudiera obtener una toma aceptable.

Para cuando llegue a un lugar en mi opinión "adecuado", lejos de naves industriales que pudieran afear la toma, el Arco Iris empezaba a disiparse en su parte superior... a pesar de ello, decidí hacer la panorámica aunque tan solo fuera por dejar constancia del momento. Trataré ser más rápido la próxima vez.

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 18 fotografías a 1/500 s
Diafragma: f:5,6
Longitud focal: 50 mm (75 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Me esperan unos meses de intenso trabajo y estudio por lo que probablemente no encontréis nuevas entradas durante un tiempo, aunque estaré pendiente de los comentarios para tratar de responder con rapidez a dudas, apreciaciones o sugerencias.

Hasta pronto.

viernes, 28 de mayo de 2010

DOS AÑOS

Tal día como hoy, dos años atrás nació Luminous Photo, un blog creado para exponer algunas de mis fotos y algún que otro artículo sobre técnica fotográfica... en varias ocasiones, a causa del exceso de trabajo y estudios, he tenido que dejar de publicar de forma temporal, algo que probablemente tendrá que repetirse aunque, a pesar de la falta de nuevos posts, sigo atento para responder a los nuevos comentarios que publiquéis.

Con motivo de conmemoración de estos dos años de blog tenía pensado hacer un pequeño regalo a los lectores que de momento tendrá que esperar por falta de tiempo (está resultando más laborioso de lo que pensé en un principio), aunque tarde o temprano llegará. De momento, os dejo una de mis últimas macrofotografías realizada hace unas tres semanas, durante uno de los escasos instantes de tregua que ofreció un lluvioso fin de semana.

Esta fotografía trata de ser una composición con un Diente de León (Taraxacum officinale) del que cuelga una pequeña gota de agua que, a su vez, mantiene suspendida una semilla de esta planta en su interior:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 70-210 f:4 AF

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 1/160 s
Diafragma: f:9
Longitud focal: 116 mm + extensión de 68 mm
Calidad: RAW

Al tratarse de una macrofotografía, la profundidad de campo es muy limitada, a pesar de usar un diafragma relativamente cerrado, por lo que tan solo pude conseguir un foco perfecto en la pequeña gota de agua que cuelga de la planta.

La siguiente imagen trata precisamente de la gota que cuelga del Diente de León de la fotografía anterior, dentro de la cual podéis observar una pequeña semilla de esta misma planta (o de otra planta vecina, de la misma especie en cualquier caso)... prometo que no hay truco ni Photoshop, tan solo un flash y una generosa extensión (para conseguir una gran ampliación con un objetivo normal). El reflejo del flash con forma estrellada en la gota de agua es producido a consecuencia de la difracción de la luz, como ya se explicó en un artículo anterior:

(Pinchar en la imagen para ver a mayor tamaño)

Estos dos años he disfrutado y aprendido con el blog como espero que vosotros también  hayáis hecho... ahora hay que seguir creciendo, aprendiendo y sumando años que seguro, serán cada vez mejores.

martes, 25 de mayo de 2010

Primeros pasos en macro

Estas últimas semanas he empezado a practicar la macrofotografía, disciplina que, por la cantidad de detalles  que puede revelar, me resulta interesante tanto desde el punto de vista artístico como científico.

Mi equipo para macrofotografía es muy básico (tanto que no dispongo de ningún objetivo dedicado a macro), utilizo objetivos normales y unos tubos de extensión entre el cuerpo y el objetivo, mediante los cuales pueden conseguirse importantes ratios de ampliación. También dispongo de un fuelle Nikon PB-6  con el que, aprovechando sus más de 20 cm de extensión, pueden conseguirse ampliaciones realmente impresionantes aunque con la pega de que su uso queda restringido únicamente a en estudio (casa) por lo aparatoso e incómodo que resulta para una salida al campo.

Para la iluminación utilizo un flash lateral disparado por radio, sobre un pequeño trípode fácilmente transportable para largas caminatas... añadiré que si dispusiera de dos flashes más, también los usaría, pero debemos jugar con el material de que disponemos... de todas formas, a quien disponga de un buen equipo de iluminación le recomiendo que, además de la luz principal, utilice otra de relleno y una de contra para resaltar al sujeto sobre el fondo... algo similar a lo que se hace en retratos clásicos pero a escala macro.

Como podréis imaginar, tanto la cámara como el flash deben usarse de forma completamente manual para disponer del control necesario sobre la toma.

En este caso, pongo la fotografía de una oruga (agradecería que algún entomólogo me indicara la especie a que pertenece) que, como podéis ver, se encuentra concentrada en satisfacer sus necesidades gastronómicas, eminentemente vegetarianas:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Aquí podéis ver un recorte al 100% de la fotografía en el que se pueden observar en detalle las características morfológicas de estos bichos:

(Pinchar en la imagen para ver el recorte al 100%)

 Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 70-210 f:4 AF

Otros datos:
ISO: 160
Tiempo de exposición: 1/160 s
Diafragma: f:11
Longitud focal: 70 mm + extensión de 68 mm
Calidad: RAW

Os animo (a los que no lo hayáis hecho aún) a empezar con la macrofotografía, todo un mundo nuevo al que se puede entrar sin vaciarse los bolsillos (los tubos de extensión se pueden encontrar desde los 10 € aproximadamente), por mi parte, seguiré mostrando algunos macros estos próximos días.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La Ley de Reciprocidad o Ley de Bunsen-Roscoe y el Efecto Schwarzschild o Fallo de la Ley de Reciprocidad (Artículo)


Uno de los primeros conocimientos fotográficos que adquirimos muchos aficionados a la imagen trata sobre la Ley de Bunsen-Roscoe, más conocida como Ley de Reciprocidad. Esta ley expresa la exposición relativa como la cantidad de luz que llega al plano focal durante un espacio de tiempo determinado:

Exposición relativa = Tiempo x Intensidad luminosa

De esta forma, la ley de reciprocidad establece una relación lineal entre el tiempo de exposición, controlado por el obturador, y la intensidad luminosa, controlada por el diafragma (ver: El número f). Por ello podemos hacer exposiciones equivalentes con distintas aperturas, compensando la velocidad de obturación en sentido contrario como podemos ver en la siguiente escala que relaciona  las exposiciones equivalentes para velocidad de obturación y diafragma (y para unas condiciones de iluminación determinadas):





Todas las combinaciones de la tabla anterior son equivalentes o recíprocas en cuanto a la cantidad de luz que expone la superficie fotosensible y además, la relación es lineal en cualquier caso. Esto se debe a que al abrir el diafragma un paso (por ejemplo de f:4 a f:2,8), deja pasar el doble de luz que el paso anterior, lo que se compensa aumentando un paso la velocidad de obturación (por ejemplo de 1/15 a 1/30), lo que reduce a la mitad el tiempo de exposición.

Cuando empezó mi afición a la fotografía (debo añadir que usaba cámaras de película), uno de mis ejercicios preferidos era experimentar con la velocidad de obturación, sobretodo con sujetos en movimiento para, una vez revelada la película, poder comparar los resultados:

















(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

La fotografía de la izquierda se tomó a 1/125 seg f:2,8 y la de la derecha a 1/2 seg f:22, ambas con película negativa Fuji Superia 100 en una cámara Yashica FX3. En ellas puede verse como cambia la textura del agua en ambas tomas.

Otro de los experimentos en que hice dos exposiciones con diferente obturación a un mismo sujeto y en idénticas condiciones de luz, me sorprendió por la apreciable diferencia de exposición existente entre las dos tomas cuando, según mis conocimientos en aquel momento, una exposición de 1/4 seg a f:4 debería ser equivalente a una exposición de 8 seg a f:22 (reconozco que apuntaba los datos de exposición) ya que en cualquier caso existe una diferencia de 5 pasos, tanto de diafragma como de obturación y sin embargo, la fotografía disparada a 1/4 y f:4 era muy diferente de la fotografía de 8 segundos y f:22 que quedó considerablemente subexpuesta:

La fotografía a 1/4 seg, f:4 es la siguiente:
















Y la fotografía con una exposición de 8 segundos a f:22 es la que muestro a continuación, como podéis comprobar sobretodo en las sombras, queda subexpuesta respecto a la anterior:
















Para más datos diré que la película empleada fue un rollo de negativos Agfa Optima 400 (posteriormente cambié a diapositivas).

Indagando en el tema descubrí que la Ley de Reciprocidad anteriormente mencionada se refiere a una regla general que se aplica en la mayoría de las situaciones, pero en fotografía química, esta Ley de Reciprocidad tan solo se cumple en un intervalo de tiempos de obturación comprendido aproximadamente entre 1 seg. y 1/1000 seg, aunque depende de la película fotográfica que usemos. Por encima y por debajo de este intervalo de velocidades, la relación entre el tiempo de exposición y la intensidad luminosa pierde su linealidad tendiendo en cualquier caso a la subexposición, puesto que la película se comporta como si su sensibilidad fuese inferior a la nominal.

Esta desviación de la Ley de Bunsen-Roscoe se conoce como Fallo de la Ley de Reciprocidad o Efecto Schwarzschild (mencionado en el artículo Fotografía nocturna de larga exposición) según el cual, para tiempos de exposición superiores o inferiores a un intervalo definido para cada emulsión fotosensible, se produce una pérdida de sensibilidad de la película así como una modificación del contraste y del balance cromático en las películas en color.

La variación del balance cromático en las películas en color se refleja en dominantes de color, por lo general indeseadas, debido a que las distintas capas de que se compone una película en color, se ven afectadas de distinta forma por el fallo de reciprocidad. Los fabricantes acostumbran a indicar los filtros de color necesarios para diferentes tiempos de exposición con el fin de corregir estas dominantes durante la exposición de la película. Estos datos pueden encontrarse en muchas ocasiones en el embalaje de cartón de la película, o bien, en las fichas técnicas de las películas que en su mayoría se pueden encontrar en la web.

En la tabla siguiente podemos ver el ejemplo de la ficha técnica de las diapositivas Fuji Velvia 50, donde se indican los filtros correctores necesarios para los diferentes tiempos de exposición, así como la compensación de exposición necesaria relativa a lecturas fotométricas inferiores a 1 segundo:


Como podemos ver, según las especificaciones del fabricante, esta película sigue la Ley de Reciprocidad en un intervalo de velocidades comprendido entre 1 segundo y 1/4000 s, aunque estos márgenes dependen de cada emulsión, por lo que esta tabla solamente será válida para la película Fuji Velvia 50.

Por regla general, las películas calibradas para luz de día presentan el fallo de reciprocidad a velocidades inferiores a 1 segundo, mientras que las películas calibradas para luz de tungsteno, al suponerse que serán utilizadas en condiciones de baja luminosidad, presentan el fallo de reciprocidad en exposiciones mucho más prolongadas.

Cálculo del tiempo de exposición corregido:

Para corregir el fallo de reciprocidad en cuanto a tiempo de exposición se refiere, necesitamos conocer el coeficiente de Schwarzschild (p) de la película en cuestión. Este dato suele proporcionarlo el fabricante para las películas profesionales, aunque en ocasiones es difícil de conseguir.

Utilizando el coeficiente de Schwarzschild (p) podemos calcular el tiempo de exposición corregido (tc) con el que podremos compensar el fallo de reciprocidad aplicando la siguiente formula (para tiempos de exposición superiores a 1 segundo):


Por ejemplo, si queremos calcular el tiempo de exposición corregido para una película Ilford FP4, cuyo coeficiente de Schwarzschild es 0.79, debemos sustituir "t" en la formula por el tiempo de exposición fotométrico en segundos y, lógicamente, sustituir "p" por 0,79. El resultado también se expresa en segundos.

De esta forma, si la medición fotométrica indica 2 minutos (120 segundos) de exposición, su tiempo de exposición corregido para realizar una exposición equivalente a 2 minutos sin fallo de reciprocidad será de 431,95 segundos, o lo que es lo mismo, 7 minutos  y 12 segundos para una película Ilford FP4.

El coeficiente de Schwarzschild (p) es característico de cada emulsión, así mientras la película Ilford FP4 tiene un coeficiente p de 0.79, la película Kodak Ultra Gold 400 tiene un coeficiente p de 0.85, por lo que cada emulsión resulta afectada de forma diferente por el fallo de reciprocidad.

Para finalizar, conviene señalar que el fallo de reciprocidad tan solo afecta a las emulsiones químicas, mientras que los sensores digitales, al comportarse como contadores lineales de fotones, no se ven afectados por el fallo de reciprocidad, siendo innecesarias las correcciones de tiempo de exposición.

Supongo que ya quedan muy pocos fotógrafos que sigan usando la emulsión de haluro de plata en sus trabajos  (yo cada vez la uso menos) pero en todo caso, he considerado interesante la inclusión de un pequeño inciso sobre el fallo de reciprocidad, aunque solo sea por "curiosidad histórica".

miércoles, 21 de abril de 2010

Circumpolar en Cullera

Una de las escasas noches que este invierno ha permitido ver las estrellas, decidí subir a la sierra para tratar de realizar una nocturna de larga exposición sin la aparición de nubes, algo que estos últimos meses ha resultado prácticamente imposible, siendo que otros años no tuve excesivos problemas, al menos en las proximidades de Valencia.

No hubo un cielo espectacular, cierta bruma podía apreciarse, y pude observar como la formación de algunas nubes bajas en la zona encuadrada amenazaban con arruinar el trabajo, a pesar de todo, mi empeño fue mayor que las adversidades meteorológicas y decidí seguir adelante con la toma, esperanzado tal vez de obtener un resultado cuanto menos, curioso.

Para realizar la fotografía no dispuse más que del tiempo estrictamente necesario (lo que no resulta en absoluto recomendable) para poner el trípode, exponer y recoger, por lo que no pude estudiar correctamente el encuadre (en este tipo de fotografías con un objetivo angular, es conveniente mostrar algún elemento en primer plano para dar profundidad a la imagen). Me limité a ubicar la cámara en la zona que tenía en mente para empezar a exponer durante 74 minutos que aproveché para descargar la batería de mi portátil mientras veía un DVD en el coche. De esta forma, fue la duración de la película en cuestión (de cuyo título, dicho sea de paso, no quiero acordarme), la que determinó el tiempo de exposición de esta fotografía que podéis ver a continuación:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Equipo:

Cámara: Nikon D80
Objetivo: Nikon 14-24 f:2,8

Otros datos:
ISO: 200
Tiempo de exposición: 74 minutos
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 14 mm (21 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Si queréis saber más acerca de la fotografía nocturna de larga exposición, el cálculo matemático/gráfico de tiempos de exposición a partir de las propias fotografías y mi forma de realizarlas, podéis leerlo en este artículo que escribí hace unos meses: Fotografía nocturna de larga exposición.

Tened mucho tiempo y pocas nubes.

jueves, 1 de abril de 2010

Fotografía Infrarroja (Artículo)

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

La fotografía infrarroja es un campo que me llamó la atención desde el día que conocí de su existencia, se trataba de algo completamente diferente a todo cuanto había visto hasta entonces y pensé que podría ser interesante con finalidades artísticas (al menos en mi caso).

Pero hubo un problema, cuando descubrí la fotografía IR yo era usuario de cámaras de película en una época en que el mercado fotográfico experimentaba una rápida transición hacia la fotografía digital, transición que yo aún no podía permitirme (alrededor del año 2000) y por la que desaparecieron del mercado prácticamente todo tipo de películas fotográficas no estándar. Estuve buscando films de fotografía IR durante mucho tiempo sin encontrar nada en las tiendas (decían que ya no se fabricaban) y finalmente abandoné la búsqueda. Mucho tiempo después descubrí los portales de compra-venta de Internet dónde aún hoy se puede adquirir este tipo de material si se tiene suerte.

Años más tarde, cuando tuve mi primera dSLR entre las manos y, conocedor de que los CCD's (Dispositivos de Carga Acoplada, es decir, el sensor de la cámara) son sensibles a un espectro de longitudes de onda muy superior al visible, incluyendo el espectro infrarrojo, me puse a investigar la posibilidad de aprovechar esta propiedad para conseguir tomas infrarrojas, esta vez digitales, y como no podía ser de otra manera, encontré páginas Web de fotógrafos de diversas partes del mundo que ya habían pensado en ello y que tenían algunos de sus experimentos publicados, a partir de los cuales empecé mi camino en este campo.

Por esta razón, el artículo se va a centrar únicamente en fotografía IR digital, dado que nunca he tenido la oportunidad de experimentar con película IR.

Aunque en este artículo, el punto de vista es meramente artístico, la fotografía IR tiene muchas otras aplicaciones en disciplinas científicas como astronomía, medicina, geología o hidrología entre otras.

La primera parte del artículo es un breve repaso a la naturaleza de la luz y a una de sus propiedades, la refracción, importante para comprender posteriormente la diferencia de foco existente entre la luz visible y la luz IR.

Introducción: La luz

La luz es una radiación electromagnética (REM) de la que la luz visible representa solo una pequeña parte del espectro electromagnético (entre 400 y 750 nm aprox.), el cual abarca longitudes de onda desde cero hasta el infinito, aunque en la práctica suele representarse la parte del espectro que comprende desde los rayos cósmicos (de una longitud de onda menor que los rayos gamma) hasta las ondas de radio:

Cada una de las zonas del espectro electromagnético se caracteriza por una magnitud que puede ser la frecuencia (número de ciclos completos por unidad de tiempo) o la longitud de onda (distancia entre dos picos o dos valles de un mismo ciclo).

Rigurosamente, la magnitud característica sería la frecuencia, dado que la longitud de onda está relacionada con la velocidad de la luz que asimismo (excepto en el vacío absoluto) depende fundamentalmente de la permeabilidad eléctrica y magnética del medio que atraviesa (podemos decir que depende del medio: aire, agua, vidrio... y que siempre será una velocidad inferior a la que alcanza la luz en el vacío). Para simplificar las cosas, nos referiremos a la longitud de onda en el vacío y trabajaremos con esta magnitud el resto del artículo.

En caso de que alguien quiera hacer los cálculos, la frecuencia y la longitud de onda están inversamente relacionadas, de forma que al aumentar la frecuencia, disminuye la longitud de onda y viceversa:

En la formula anterior, "λ" es la longitud de onda, "c" la velocidad de la luz (en el vacío c = 299.792,458 Km/s) y "ν" es la frecuencia.

En fotografía IR, nos interesa esencialmente la parte del espectro correspondiente al infrarrojo cercano, aunque en muchos casos y con finalidades artísticas, también se emplean longitudes de onda correspondientes al color rojo del visible.

Algo de óptica: la formación de imágenes

Al pasar un rayo de luz a través de los elementos ópticos de un objetivo, éste es dirigido hacia el plano focal para formar la imagen gracias al fenómeno de la refracción de la luz

El fenómeno de la refracción se produce cuando la luz atraviesa medios de distinta refringencia induciendo así un cambio de velocidad en cada medio, de esta forma, cuando un rayo de luz atraviesa (oblicuamente) un medio transparente de diferente densidad, experimenta un cambio de dirección en su recorrido, tanto a la entrada como a la salida del medio, como podemos ver a continuación en lo que podría ser parte del esquema de un objetivo fotográfico:


En el esquema podemos observar:

- dos líneas discontinuas verticales que representan "la normal" (N y N'), es decir, la perpendicular a la superficie de separación de los dos medios. En caso de que el rayo de luz llegue perpendicular a la superficie, no se refracta y sigue la dirección de origen durante todo su recorrido.
- "i" es el rayo incidente, aquel que llega a la superficie de separación de dos medios.
- "r" es el rayo refractado, que pasa a otro medio.

Un par de curiosidades para quién tenga interés:

El índice de refracción ("n") de un medio refringente es el cociente entre la velocidad de la luz en el vacío ("c") y la velocidad de la luz en dicho medio ("v"). El valor de "n" es adimensional y se trata de una constante que caracteriza a cada medio refringente.

n = c/v

Leyes de la refracción:

1.- El rayo incidente, el rayo refractado y la normal están en el mismo plano.

2.- Se cumple la Ley de Snell, que relaciona el seno del ángulo de incidencia y el seno del ángulo del rayo refractado, con los índices de refracción ("n") de los medios que atraviesa dicho rayo:

No todo son ventajas (esto es lo importante para comprender el ajuste de foco en IR): El sistema de formación de imagen sería estupendo si usáramos luz monocromática (de una sola longitud de onda) para realizar las fotografías pero, habitualmente los fotógrafos tenemos la "mala costumbre" de emplear un amplio intervalo de frecuencias en el espectro visible (e incluso fuera del visible, como en fotografía infrarroja) en nuestras tomas. Ello conlleva que a través de la óptica se refractan rayos de luz de muy diferentes longitudes de onda y para nuestra desgracia, cada longitud de onda se refracta de distinta forma (las ondas más cortas -como el color azul- se refractan más que las ondas largas -como el color rojo-), descomponiendo así la luz en sus distintos colores, lo que da lugar al temido cromatismo en nuestras fotografías, puesto que una vez descompuesta la luz, el rayo de mayor longitud de onda se desvía menos que el de menor longitud de onda. Esta característica origina 2 puntos focales, uno para los rayos de menor frecuencia (más lejano a la lente), y otro para los rayos de mayor frecuencia (más cercano a la lente) como podemos observar en el siguiente esquema:


Las aberraciones cromáticas suelen minimizarse combinando diferentes elementos ópticos, algunos de los cuales son de baja dispersión.

Características de la fotografía IR

Tras esta "amena" introducción, trataré de mostrar las principales diferencias entre la fotografía convencional y la fotografía infrarroja.

Primero es conveniente señalar que las imágenes infrarrojas no son tan nítidas como las convencionales. Esto se debe principalmente a que las aberraciones ópticas de la mayoría de los objetivos han sido corregidas únicamente para el espectro del visible. Además de esto también interviene, aunque en menor medida, el hecho de que la longitud de onda de la luz infrarroja es menos resolutiva que la luz visible.

La diferencia más llamativa con la fotografía convencional la encontraremos en el color de la vegetación (o en el alto contraste, en el caso de las fotografías IR en blanco y negro) que por regla general, refleja una gran cantidad de radiación IR, plasmándose en la fotografía de un color cercano al blanco, dando la apariencia de paisajes nevados. El cielo se oscurece muy significativamente, la neblina de fondo queda prácticamente eliminada y las nubes aparecen muy definidas... algo similar a lo que ocurre al usar un polarizador pero el efecto, en muchos casos, es aún mayor y no depende de la posición del Sol respecto del encuadre (usando un polarizador, la máxima polarización se consigue a 90º respecto del Sol, por ello, al usar polarizador en objetivos angulares el cielo suele oscurecerse por zonas).

Algunos ejemplos:

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En la imagen anterior podemos observar las diferencias entre una fotografía convencional y una fotografía infrarroja en la que el follaje queda prácticamente blanco y tanto el color del cielo como el del agua están más saturados, además y como veremos a continuación en el siguiente ejemplo, la neblina de fondo se aprecia en mucha menor medida en la fotografía IR, dejando ver las montañas que en la fotografía convencional están completamente ocultas:

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Ahora veremos un recorte al 100% de ambas fotografías en los que puede apreciarse como en la fotografía IR disminuye considerablemente el efecto de la neblina de fondo:

Primero voy a señalar la proveniencia de los recortes:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

... y los recortes al 100%:

(Pinchar en la foto para ver los recortes a su tamaño original)

En la siguiente fotografía IR pueden observarse unas nubes perfectamente definidas que en luz visible mostrarían unos bordes mucho más difusos (en una fotografía con luz visible puede lograrse un efecto similar -en cuanto a la definición de las nubes- usando un filtro polarizador):

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Una última comparación entre fotografía convencional e infrarroja:

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El equipo

La primera pregunta que se plantea el neófito es si su cámara es apta para este tipo de fotografía. En la mayoría de los casos la respuesta será afirmativa aunque, como no, siempre hay un "pero" y en este caso el "pero" consiste en que, a pesar de que la mayoría de las cámaras pueden captar luz IR, existen variaciones muy importantes en cuanto a la velocidad a la que captan esta luz (según los modelos de cámaras). Estas variaciones se deben a que los fabricantes colocan en la mayoría de las cámaras (el 100% si se trata de cámaras de aficionado) un filtro delante del sensor que, entre otras cosas, se encarga de bloquear la mayor parte de la luz de longitudes de onda diferentes del visible que llegan al sensor. Esto es debido a que en una fotografía convencional, la contaminación con luz IR puede suponer una considerable merma de calidad.

Cada modelo de cámara lleva un filtro distinto que puede bloquear con mayor o menor eficacia las longitudes de onda que nos interesan, por regla general, las cámaras más antiguas llevan filtros más permisivos al IR, mientras que los filtros de las cámaras actuales son prácticamente opacos al IR, por lo que algunos fotógrafos deciden retirarlo del sensor y poner un filtro dedicado a la fotografía IR, aunque dejando así la cámara inservible para fotografía convencional.

La otra opción es utilizar un filtro IR que se enrosca al objetivo como cualquier otro filtro. Se trata de unos filtros que tan solo dejan pasar luz IR (aunque con alguna concesión a las longitudes de onda más largas del visible) y por tanto, si tratamos de mirar a través de ellos no podremos ver más allá del filtro ya que es completamente negro.

Algunas de las cámaras sin modificar que he usado y me han dado buenos resultados en IR son la Nikon D50, Nikon D70/D70s, Nikon Coolpix 2000 y Olympus C-760. Asimismo, hay otras que me han dado un resultado bastante decepcionante en IR (por el excesivo tiempo de exposición que se requiere) como la Nikon D80, Nikon D90, Nikon D200 o Nikon D300, que son modelos más recientes a los que el fabricante ha puesto filtros muy poco permisivos al IR delante del sensor. En la red pueden encontrarse amplios listados de cámaras válidas para fotografía infrarroja.

En cuanto a los filtros IR, hay muchas marcas que los fabrican aunque quizá uno de los más conocidos sea el Hoya R72 (el que yo utilizo). Otros fabricantes son Heliopan, Wratten, Cokin, B+W o Tiffen entre los cuales encontramos un amplio catálogo de filtros IR que de distinta transparencia a longitudes de onda determinadas.

Como hemos dicho, estos filtros IR se caracterizan por sus diferentes grados de transparencia a unos determinados intervalos de longitudes de onda, por ejemplo, tanto el Wratten 89B como el Hoya R72 tienen un 50% de transmitancia para una longitud de onda de 720 nm. Este porcentaje disminuye hasta llegar a 0% en 680 nm, lo que significa que aunque ambos filtros son transparentes a la luz IR, también permiten el paso de algunas de las longitudes de onda más largas del espectro visible, es decir, luz roja que luego podremos procesar para obtener imágenes IR coloreadas.

Como podéis ver, los filtros IR son prácticamente opacos al visible:

La siguiente tabla muestra información sobre la transmitancia de distintas marcas y modelos de filtros IR:

(Pinchar en la tabla para ampliar)

Debo señalar que con los filtros IR puros, los cuales son opacos para cualquier longitud de onda del espectro visible, solo pueden obtenerse imágenes en BN, mientras que los filtros que permiten el paso de parte de la luz visible, servirán también para obtener fotografías coloreadas.

A modo de ejemplo práctico, la toma de una fotografía IR que en una Nikon D50 necesita un tiempo de exposición de 2 segundos, en una Nikon D80 (a igualdad del resto de parámetros) requiere una exposición de 7-8 minutos, mientras que en una compacta Nikon Coolpix 2000 tan solo requiere 1/10 s.

Hay bastantes objetivos sin características especiales que son perfectamente válidos para fotografía IR, por contra otros muchos resultan inútiles para IR, principalmente por la tendencia que tienen algunos objetivos que, aún siendo excelentes para fotografía convencional, producen aproximadamente en el centro de la fotografía una zona más brillante, con menor definición y menor contraste que en el resto. Esto se denomina Hot-Spot.

Podéis ver algunos ejemplos de Hot-Spot en las siguientes fotografías:

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Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 8 minutos
Diafragma: f:11
Longitud focal: 17 mm (25 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Equipo:
Cámara: Nikon D80
Objetivo: Tamron 17-50 f:2,8

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 13 minutos
Diafragma: f:9
Longitud focal: 17 mm (25 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: RAW

Este Hot-Spot se produce por reflexiones internas de la luz IR, puesto que los objetivos suelen estar corregidos para el espectro visible. En los ejemplos anteriores, ambas fotografías fueron hechas con un Tamron 17-50 f:2,8 y como puede verse, produce un gran Hot-Spot en el centro de la imagen a pesar de ser un objetivo de calidad óptica contrastada en el visible.

Por otra parte, uno de los objetivos que más uso en fotografía IR es el Nikon 18-55 f:3,5-5,6 que a pesar de ser un objetivo de gama baja, resulta ideal para fotografía IR por su buen comportamiento y ausencia de Hot-Spot.

En la red se pueden encontrar listados de objetivos que pueden producir o no el temido Hot-Spot. La única forma de averiguarlo es haciendo la prueba (o que alguien la haga por nosotros).

La presencia de "flare" en las fotografías IR es muy habitual dado que los objetivos están corregidos para luz visible, por esto es conveniente utilizar siempre un parasol y tratar de evitar encuadres en los que pueda interferir la luz parásita.

Seguidamente pongo una fotografía IR donde se aprecia un "flare" que se hubiera podido evitar, o al menos minimizar, con el uso de un parasol:

Equipo:
Cámara: Olympus C-760

Otros datos:
ISO: 100
Tiempo de exposición: 1/13 s
Diafragma: f:2,8
Longitud focal: 6,3 mm (38,1 mm equivalente en 35 mm)
Calidad: JPG

La técnica fotográfica

El trípode siempre debe acompañaros, no me cansaré de repetirlo, pero resulta que además en esta disciplina es absolutamente imprescindible, incluso en días de verano a pleno Sol será necesario el trípode. Caso aparte son las cámaras modificadas pero podemos considerarlo una excepción.

Una de las cosas que más llama la atención tras hacer la primera fotografía IR, bien sea con un filtro IR en el objetivo o con una cámara modificada, es que la cámara nos muestra una fotografía que en poco se asemeja a las imágenes infrarrojas que hemos visto hasta ahora, más bien parece como si la toma se hubiera hecho a través de un filtro rojo muy intenso:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Esto es debido al papel del balance de blancos (WB) automático, pues la luz que llega al sensor es, en su mayoría, de larga longitud de onda y la cámara interpreta que se ha puesto un filtro rojo al objetivo. Por esta razón deberemos hacer el balance de blancos manual, bien en la propia cámara, o bien disparando en RAW (aunque en cualquier caso se debe disparar en RAW) y modificando el balance de blancos en el postproceso. Personalmente, prefiero hacer el WB personalizado en la propia cámara porque así me puedo guiar con el histograma para hacer la mejor exposición (en muchas ocasiones deberemos hacer un "bracketing" para lograr la exposición correcta), mientras que dejando el WB en auto, el canal rojo queda completamente saturado con exposiciones mucho más bajas de lo deseable.

El WB personalizado para IR se realiza por regla general a la hierba verde, aunque también nos valdría una tarjeta gris o similar. Evidentemente, el WB se hace con el filtro puesto, el objetivo a su máxima focal y la escena debe estar lo más desenfocada posible para que el color que llegue al sensor al hacer el WB sea el promedio del total del encuadre. De esta forma la misma fotografía queda de la siguiente forma:

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Como podéis ver, el cambio es más que considerable tan solo con realizar un correcto balance de blancos. Luego veremos otros posibles cambios que pueden hacerse a estas fotografías en el postproceso.

En cuanto al encuadre, lo más significativo es que se debe evitar al máximo tanto la luz directa como las luces parásitas laterales, por lo que es recomendable disparar al menos a 90º respecto del Sol o fuentes de luz intensa, siendo preferible alrededor de los 180º. Una luz incorrecta destroza una fotografía IR con mucha más facilidad y contundencia que en una fotografía convencional.

Ahora viene uno de los puntos más característicos de la fotografía IR: El enfoque:

Como se ha visto en la introducción, las imágenes se forman sobre el plano focal gracias a la refracción de la luz y ésta, en función de su longitud de onda, se refracta en mayor o menor medida pudiendo crear aberraciones cromáticas en algunas situaciones.

Cuando enfocamos con un objetivo manual, estaremos enfocando solamente para la luz visible puesto que la luz infrarroja, al ser de una longitud de onda mucho mayor, se refracta menos formando la imagen IR más allá del plano focal y en consecuencia, queda desenfocada.

Podemos ver esta característica en el siguiente esquema:

(Pinchar en el esquema para ver a mayor tamaño)

Es por esto que muchos objetivos manuales llevan un punto para la corrección del enfoque en fotografías infrarrojas:

Si usamos estos objetivos manuales, primero se debe enfocar normalmente, como si se tratara de una fotografía no IR, luego se pone el filtro IR en el objetivo y (obviamente sin mirar por el visor, porque no se ve absolutamente nada) se desplaza el anillo de enfoque haciendo coincidir la distancia de enfoque correcta para el visible con el punto de corrección de enfoque IR del objetivo. Luego podemos pulsar el disparador con la seguridad de que obtendremos una imagen IR correctamente enfocada.

En caso de usar objetivos "autofocus" (AF), la operación del enfoque es mucho más simple porque recae todo el trabajo en los sensores AF de la propia cámara. Los pasos a seguir son, primero encuadrar la escena sin filtro IR (para que podamos ver el encuadre) teniendo la precaución de que alguno de los puntos de enfoque de nuestra cámara quede situado sobre alguna zona con suficiente contraste para que pueda enfocar con facilidad, seguidamente colocamos el filtro IR en el objetivo y accionamos el sistema de AF. Dado que los sistemas AF se basan en sensores CCD, pueden "ver" perfectamente la luz infrarroja (la que le llega al sensor AF tras poner el filtro) y enfocarla correctamente sin necesidad de ajustes posteriores. Luego no hay más que disparar la cámara para obtener la fotografía IR.

Si vuestra cámara está modificada para IR, se debe hacer un ajuste de AF para que enfoque correctamente al IR porque aunque la luz que llega al sensor de la cámara es infrarroja, la que llega a los sensores AF es luz visible (con su componente IR, pero en su mayoría visible).

Como excepción debo señalar que algunos objetivos muy especializados y nada corrientes, han sido corregidos de acromatismo para fotografía IR, en cuyo caso no existirá diferencia entre la localización de los puntos de enfoque IR y visual.

El postproceso

Cuando volvemos a casa con la tarjeta de memoria repleta de fotos, encontramos que muchas de ellas son bastante decepcionantes, monotonales y de colores empastados. Por ello debemos optimizar las fotografías realizadas en un buen programa de edición gráfica.

Naturalmente, hay muchas formas de procesar una misma foto y yo solo expondré el modo en que yo lo hago aunque, como todos los procesos de edición, admite múltiples variaciones que en muchos casos mejorarán los resultados, así pues, es conveniente tomar estos pasos que os propongo como una simple guía, no como un proceso cerrado.

El primer paso, si no lo hemos hecho ya antes de la toma es hacer un balance de blancos adecuado, que como he comentado anteriormente, debería hacerse sobre follaje o hierva verde. El principal problema reside en que muchos editores gráficos (entre los que se incluye PhotoShop, con su Adobe Camera Raw) son incapaces de interpretar el balance de blancos tan extremo que requieren estas fotografías, siendo lo más recomendable, abrir los archivos en RAW con el programa específico de vuestra marca de cámara y una vez realizado el balance de blancos, guardar la fotografía en Tiff de 16 bit para editarla en un programa de edición más potente.

Una vez abierto el Tiff en el programa de edición, encontramos algo como esto:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Una toma claramente infrarroja, pero aun por pulir que es lo que haremos a continuación, empezando por invertir los canales rojo y azul. Para ello creamos una nueva capa de ajuste "Mezclador de Canales", en esta capa de ajuste buscamos el "Canal de salida Rojo" y en las barras de desplazamiento RGB podremos comprobar como la barra del rojo está al 100% y la barra del azul al 0%. Como estamos invirtiendo canales, parece lógico pensar que lo que toca ahora es poner la barra del rojo a 0% y la barra del azul al 100%, como podéis ver a continuación:


Luego realizamos el mismo proceso, pero esta vez con el "Canal de salida Azul", donde llevaremos la barra del rojo al 100% y la barra del azul al 0%:


Es recomendable, hacer una acción que automatice todos los pasos para invertir canales, de esta forma ahorraréis mucho tiempo en los procesos de fotografías infrarrojas.

Una vez invertidos los canales rojo y azul, obtenemos una fotografía con un cielo de color azul muy saturado, pero aún algo empastada (y con frecuencia, también falta de brillo):

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Solucionamos este problema con una nueva capa de "ajuste de Niveles", en la que haremos los ajustes de contraste (recomiendo hacer estos ajustes por canales independientes y con el aviso de luces saturadas y empastadas activado) y brillo (este ajuste prefiero realizarlo en RGB, es decir, simultáneamente en los tres canales). Tras este último paso, ya tenemos una fotografía IR que se puede considerar "aceptable":

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También hay casos, como el de la fotografía que os presento abajo, en que no me acabo de decidir sobre hacer o no la inversión de canales, puesto que personalmente, también me gusta el resultado sin invertir canales... al final siempre acabo haciendo ambos procesados:

(Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño)

Siempre pueden probarse variaciones en el postproceso, algunas de las cuales darán como resultado fotografías inesperadamente originales, otras sin embargo, pueden acabar rápidamente en la papelera de reciclaje, haced la prueba (y si sale bien, me enviáis el resultado).

En este artículo he tratado de exponer mis conocimientos, aún escasos, sobre la fotografía IR digital, aunque creo que puede ser un punto de partida para animaros a empezar.